miércoles, 19 de noviembre de 2008

El verdadero edén

cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea. Entonces el Señor Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y éste se durmió; y Dios tomó una de sus costillas y la cubrió de tejido adiposo y la llamó mujer y la trajo frente al hombre. Y la mujer al ver al hombre comenzó a llorar. Y el hombre dijo a la mujer: “¿Qué te pasa, mujer”. Y ella respondió: “Nada, que estoy emocionada”. Y la mujer miró entonces a su alrededor y habló así a Dios y al hombre: “Miren nomás cómo tienen todo esto, parece chiquero, es el colmo, ni para levantar los platos sucios sirven”. Y la mujer se puso a ordenar el Jardín del Edén. Y después de un rato, la mujer volvió a romper en llanto. Y el hombre preguntó: “¿Qué te pasa ahora, mujer?”. Y ella contestó: “Es que yo me mato trabajando y tú ni me tomas en cuenta. Mira nomás cómo me tienes”. Y se les abrieron los ojos al hombre y a la mujer y descubrieron que estaban desnudos y el hombre dijo: “Aprovechemos”. Y la mujer no dijo nada pero corrió a comprar ropa. Y el hombre le dijo al Señor Dios: “No la entiendo”. Y el Señor Dios entonces creó la cebada, la uva, la caña y el maguey y le dijo al hombre: “Bebe de las aguas de estos frutos y hierbas y entenderás a la mujer”. Así lo hizo el hombre y no entendió a la mujer, pero no le importó porque ya se le habían ocurrido otras cosas para hacer con ella. Y el Señor Dios vio que todo estaba bien y se fue a descansar.

2 comentarios:

::júbilo::haku:: dijo...

por el alcohol..la cusa y solución de todos los problemas!

Ecléctica dijo...

salut!